Marte es un planeta sobre todo volcánico. Gracias a los mapas geológicos de Marte que han sido
trazados, se ha encontrado que alrededor de la mitad de la superficie parece estar cubierta de materiales
volcánicos que han sido modificados hasta cierto punto por otros procesos (como el impacto de meteoritos,
los vientos, las inundaciones). Marte tiene los volcanes más grandes de todo el Sistema Solar.
La gran cantidad de lava de las erupciones ha tenido un profundo impacto en el planeta entero,
extrayendo calor y ciertos químicos del interior, agregando importantes cantidades de gas ácido
a la atmósfera, y proporcionando calor para derretir el agua congelada en la corteza.
No se puede entender a Marte sin estudiar sus volcanes.
HiRISE es la herramienta ideal para estudiar algunos de los aspectos más misteriosos del volcanismo marciano.
Por ejemplo, ¿cómo eran las erupciones que formaron los flujos de lava gigantes? ¿La lava se filtraba del
suelo sin causar estragos o salía expulsada en explosiones masivas? Para contestar estas preguntas es
esencial contar con imágenes detalladas de las chimeneas.
Sabemos que los flujos de lava en la Tierra usualmente se alimentan de fuentes o lagos de lava.
HiRISE ya ha encontrado ejemplos de antiguos lagos de lava en Marte, pero la evidencia de las fuentes es
más difícil de encontrar. Sin embargo estamos encontrando emocionantes indicios de conos de cenizas en Marte.
Las imágenes de otras cámaras son demasiado borrosas para mostrar ese tipo de detalles. Otra
tarea de alta prioridad es producir imágenes de lugares donde tanto agua como lava han brotado del
suelo. Estos son lugares donde los microbios que tal vez vivan en las partes profundas, húmedas y oscuras
de la corteza podrían haber sido sacados a la superficie. Una de las metas principales de la misión MRO es
encontrar lugares interesantes desde el punto de vista científico y que sean seguros para el
aterrizaje de futuras sondas de exploración.
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