En el Polo Norte de Marte hay una capa de hielo que tiene varios kilómetros de espesor en su centro. En algunos lugares, como el de la imagen, la capa termina en acantilados escarpados cuya altura pueden llegar a los 800 metros.

Las pendientes de estos acantilados son casi verticales, lo que provoca que algunos bloques se desgajen y se desplomen, estrellándose contra el suelo de las llanuras circundantes. Las caras de estos acantilados helados están cubiertas por densas redes de grietas, lo que facilita el despegue de los bloques. Se han apreciado derrubios recientes en la base de muchos de estos acantilados en sucesivas imágenes del HiRISE, por lo que regularmente se vigila esta ubicación para comprobar si ha habido nuevos desprendimientos de bloques. Comprender el proceso de formación de estos acantilados ayudará a entender también el registro climático que almacena la capa de hielo.

Traducción: Eloy Caballero