Este lugar cerca de Mawrth Vallis es intrigante por varias razones. La primera de todas es que hay pequeñas protuberancias y mesetas que pueden dejar expuestos estratos de roca sedimentaria. Al igual que en la Tierra, se piensa que las rocas sedimentarias de Marte puedan tener pistas sobre las condiciones ambientales y climáticas en las que se formaron.

En segundo lugar, algunas de las mesetas más grandes y de tonos oscuros que se observan en la imagen parecen bastante redondeadas. La superficie típica de Marte está cubierta por pequeñas depresiones formadas por cráteres de impacto. Sin embargo, estas áreas redondeadas están elevadas con respecto a su alrededor. Esto podría indicarnos que estamos frente a un ejemplo de topografía invertida, en el cual un cráter puede haberse rellenado que era, o posteriormente se hizo, más duro que el terreno que lo rodeaba y por lo tanto más resistente a la posterior erosión. Ejemplos de estos materiales podrían ser desde la roca fundida creada durante el impacto hasta sedimentos endurecidos posteriormente debido a la alteración creada por el agua en una pequeña laguna dentro del cráter.

En tercer lugar, han sido detectados minerales del grupo de las arcillas, llamados filosilicatos, a través de los instrumentos de otras naves. Las arcillas son emocionantes porque indican que lo más probable es que hubiese agua alrededor hace mucho tiempo. Determinar que capas y que protuberancias contienen arcillas y cuál es su distribución, ayudará a los científicos a determinar cuánta agua existió aquí y durante cuánto tiempo. Este lugar se considera tan interesante que se tiene en cuenta para la futura visita de alguna sonda.

Traducción: Nahum Mendez Chazarra