En algún lugar de este paisaje a menos de 1.000 kilómetros del polo sur de Marte, un tesoro puede estar escondido.

En enero de 1999, la NASA lanzó un cohete que contiene la Mars Polar Lander (MPL), un vehículo de exploración con una estación meteorológica y una sonda destinada a buscar agua debajo de la superficie marciana, cerca del terreno escarpado en el polo sur de Marte. Las capas se cree que son una secuencia de la alternancia de hielo rico y pobre en polvo, depositados por el avance y el retroceso de la capa de hielo del polo sur según la época estacional, y podría ser un importante registro del clima en el planeta rojo.

El 3 de diciembre de 1999, justo antes de que la nave entrara en la atmósfera marciana, la MPL se quedó en silencio. Las investigaciones proponen que la causa más probable del fracaso de la misión fue que las computadoras de la nave espacial malinterpretaron el momento de liberación del tren de aterrizaje en la preparación para el descenso y la toma de contacto con la superficie marciana, provocando el apagado de los motores de descenso la nave aún estaba a 40 metros (130 pies) por encima del suelo. Sin embargo, nadie lo sabe a ciencia cierta.

Se realizó una búsqueda inmediata por los restos de la MPL a partir de imágenes de la Mars Global Surveyor. HiRISE continúa la búsqueda con imágenes de alta resolución de la zona en la que la MPL tiene más probabilidades de haber aterrizado.

Traducción: Carles Fernández-Lavado